martes 12 de abril - 2016


ABORTO

Llevar una vida de reina y al final acabar como si no fuese nadie en la vida. Esta es la vida que lleva en estos momentos una joven de 16 años, que por su ineptitud acabo con su vida, una vida en la cual no le faltaba nada pero al final no le importó nada. Conoció a un chico joven y apuesto en la Universidad, hablaron se conocieron, salían a divertirse, y al final terminaron juntos. Al cabo de unos meses juntos, el chico le propuso algo y ella tan enamorada y tan ingenua dijo que sí. Esa propuesta fue tener relaciones, ella no sabía de los problemas que traía, bueno si los sabía pero no le importó nada. En unas semanas, la chica comenzó a sentirse mal, no les dijo nada a sus padres, solo le dijo a su novio. Siguió con los males y fue al médico, ellos al saber los síntomas de embarazo ya sabían que ella lo estaba, pero decidieron hacerle la prueba. Llegaron los resultados y por supuesto eran positivos, no le dio buena impresión, la noticia llego a oídos de su pareja y a el tampoco le dio buena impresión. Pasaron unas semanas y ella estresada, pensando que haría, hablando con su pareja para poder tomar una decisión entre ambos. El chico llegó a la conclusión de poner a abortar a la pobre chica. Sus padres le brindaron confianza y le preguntaron que sí que tenía, ella no quería decir nada, se sentía sola y asustada. Ella no quería abortar, después de un tiempo se emocionó con su embarazo y al ver que sus padres estaban tan interesados por su bienestar les dijo lo que estaba pasando. Al saber la situación los padres estaban atentos y a la vez rabiosos por la decisión que la pareja de su hija había tomado. Ellos le dijeron que siempre contaría con ellos, que no la iban a dejar sola y que la apoyarían en todo. Todo esto se lo dijo a ese hombre al cual le habías tomado mucho desprecio ya que se había dado cuenta de la clase de persona que era el hombre del cual se había enamorado. Su embarazo avanzó y ella muy contenta cuido a su bebé cómo nunca lo había hecho con otra cosa. Los padres siempre la apoyaron. Llegó el momento de su partido, ella feliz al saber que vería a su hijo tan rápido, que sería la mujer más feliz del mundo y que nada ni nadie acabaría con esa felicidad. Todo marchó bien, ella y su bebé estaban viviendo con sus padres y nunca les faltó nada. Eran la mejor familia que nunca había existido en el mundo.

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