lunes 08 de febrero - 2016

ELLA Y YO 
Nunca lo engañaba, en cambio el era lo único que sabía hacer, engañarla. Ella tenía la extraña costumbre de quererlo y decírselo cada dia. Cierta vez le leyó un cuento de un enano cuya avaricia lo llevaba a quedarse completamente solo. Recuerda que escucho esa historia mientras una ola de profundo temor de apoderaba de todo su ser. Al concluir la narración ella le dijo: -Lo mismo te pasara a ti, si no dejas de mentir. A las personas no les gusta que les mientas y, tarde o temprano, se cansan de dar oportunidades. Lo penetraron tan profundo sus palabras durante meses procuro no esconderse detrás de sus mentiras, cosa bastante difícil y aburrida para el. Dejo de quedarse con el vuelto de su madre y de decirle a su hermano pequeño que si no se dormía vendría un hombre muy malvado y se lo llevaría con el. Su vida se tornó algo aburrida, es cierto. Pero sentía un gran alivio por saber que jamas se quedaría solo; que ella no dejaría de quererlo. Una tarde, ella le dijo que había visto asomarse de la Copa del enorme platanal un sombrerito verde, como el que llevan los gnomos. -Seguramente es el enano, y ahí arriba debe tener su tesoro. Si sabes, quizás puedas traer algunas monedas para comprar chucherías. -Pero, ¡No digas tonterías! Eso no puede ser cierto. -¿No me crees? ¡Claro que le creía! Era todo cuanto sabía hacer: creerle. A tal punto llegaba su fe en ella, sin dudarlo, comenzó a subir hacia la alta Copa. Ella se quedó abajo, observándole el ritmo cadencioso de sus pies sobre el enorme tronco. Todo iba muy bien, hasta que vio como el cielo se caía sobre su cabeza. Entonces, una inmensa ola de frío lo atrapó y perdió el equilibrio. Cuatro meses más tarde pudo recuperarse de la lesión y volver a corretear, volvió a intentarlo. No quería que ella siquiera imaginara que no había creído su historia. Esta vez que aconteciera ningún accidente, consiguió llegar hasta la Copa. No había ni caja, ni tesoro, ni gnomo, ni siquiera un sombrero verde. Seguramente ha pasado mucho tiempo, se dijo mientras bajaba desilusionado. Sabía que ella jamás lo engañaría, que siempre le decís la verdad, ella era buena y nunca le había dicho una mentira. Ella y el siempre estarán juntos, queriéndose, y viviendo esas fantasías que se inventan para ser felices, nunca se harán daño, y todo lo que pase, sea algo bueno o algo malo lo vivirán juntos. Pues sabe muy bien que ella nunca le mentiría y nunca se atrevería a engañarlo con alguien.

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